Barrio Chaqueños

Calles de tierra y casas bajas son pinceladas que dibujan la postal de este barrio del norte, un sector humilde tildado de “zona roja”, donde los vecinos se organizan para prosperar.



A sólo nueve cuadras hacia el norte de avenida Galicia, el paisaje cambia en forma drástica: el asfalto se termina y comienza una zona de esfuerzos: esmero por cruzar la vía e ingresar a otro barrio para tomar el colectivo; por no hundirse en el barro cada vez que llueve; por esquivar las balas y resguardar lo propio de los amigos de lo ajeno.

En el dibujo urbano de Santa Fe, este sector conocido como “barrio Chaqueño” está teñido de color rojo alarma: los tiroteos son constantes. Se sabe a manos de quiénes, “de banditas de chicos que se agarran a los tiros”. Dicen que “entre los jóvenes ya no hay diálogo”. Sin embargo, los vecinos que tejen su historia se nutren de la esperanza de mejorar el barrio.

Las tierras que hoy se conocen como barrio Coronel Dorrego se poblaron hace dos décadas, con construcciones precarias y gente humilde. La historia de Mabel Caro es también la del barrio. Es empleada doméstica, llegó hace 16 años y levantó “una casita de chapa, porque mi sueldito no alcanzaba para hacerme una pieza”. El recuerdo de Mabel es agradecido con el padre Atilio Rosso y el Movimiento Los Sin Techo, que “reemplazaron las chapas y cartones por materiales y organizaron a los vecinos para levantar el barrio”.


Palmo a palmo

Tal como en los inicios, en esta barriada Los Sin Techo se ocupan de los principales servicios: llevan adelante un centro de atención primaria de la salud, un comedor donde brindan la copa de leche y un jardín de infantes con desayuno y almuerzo para nenes de 2 a 5 años. Así se sumó Mabel, hace una década: “Llegué para darle la copa de leche y no me fui más”. Hoy es la mamá colaboradora más antigua de “la copa”, como la llaman los vecinos. Lo hace en forma voluntaria, por “el agradecimiento de los chicos. No hay nada más lindo que te digan ‘seño’, que te saluden en la calle. Cuando son grandes ellos también traen a sus hijos”.

Mabel es un referente de Coronel Dorrego, una cara conocida entre los vecinos. Por eso, muchos le plantearon este año reflotar la vecinal. “No quería pero bueno, como lo pedían la hicimos”.

Cada miércoles, Mabel se reúne junto a la veintena de vecinos que reiniciaron la entidad barrial. Cuenta que se anotó y fue elegida como vocal suplente -“no tengo tiempo para ser presidenta”-. Dice que no están “capacitados para formalidades”, así que se reúnen para “hablar de las preocupaciones y ver qué hacemos”.

Tiempo atrás, un vecino aportaba su traffic para hacer las veces de taxi y de ambulancia. Hoy la luz azul de la sirena policial la acompaña cuando ingresa, en horarios restringidos. Tampoco había alumbrado público ni agua potable, dos logros que los vecinos conquistaron este último año. Todo parece indicar que en las palabras de Mabel están también las de sus vecinos: “El barrio está progresando. De a poco vamos creciendo”.


 
UBICACIÓN

    Está ubicado en French, entre Sarmiento y Necochea. Es una iniciativa del gobierno provincial que apunta a la socialización y educación de los niños del barrio. Tendrá una superficie cubierta total de 900 metros cuadrados, donde se desplegarán actividades para el desarrollo biológico y pedagógico infanto-juvenil.


El macrojuego de Cipreses

    Estaba en la plaza ubicada en French, frente a “El Alero”. La Municipalidad decidió quitarlo, como a todos los macrojuegos de la ciudad, tras el accidente que sufrió una nena en una estructura similar en Fonavi San Jerónimo. Hacía tiempo que los vecinos de Cipreses pedían su remoción: de septiembre de 2012 a febrero de este año, 6 chicos fueron trasladados al Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia por accidentes provocados por el mal estado de este macrojuego.


Para saber

Servicios. El alumbrado público y agua potable es el avance más reciente y el más celebrado de este año. Hoy los vecinos esperan las conexiones eléctricas domiciliarias: cuentan que “ya pusieron los postes, ahora esperamos los medidores”. También, hay recolección de basura y cordón cuneta. Las deudas pendientes son el gas natural y los desagües cloacales.

Educación. El único establecimiento es el Centro de Alfabetización Nº 273, ubicado en Alberdi 7656, que brinda educación primaria para adultos.

Asfalto. Todas las calles son de tierra y los vecinos ansían, al menos, el ripio. El asfalto llega desde el sur, sólo en dos cuadras: hasta calle Larrea. En el centro de la jurisdicción, las únicas calles de asfalto son las de barrio Cipreses.

Transporte público. La necesidad de que una línea de transporte público llegue hasta Coronel Dorrego es uno de los principales reclamos del barrio. Las más cercanas son las líneas 10 y 8, que transitan por otros barrios.



Vecinal. Una, reconstituida hace seis meses.

Comisaría. No hay. Coronel Dorrego pertenece a la jurisdicción de la Seccional 8a., ubicada en Guadalupe.

Salud. Dentro del barrio no hay centros de atención primaria del Estado. En materia de salud, el barrio es asistido por el Movimiento Los Sin Techo.
 


“Esta calle es tranquila en comparación con otras zonas del barrio”.

“Vivimos presos en casa. Una sola vez me asaltaron: me sacaron la bici del patio, abrieron el tejido y se metieron para sacarla mientras mi señora atendía el kiosco”.

Dice el kiosquero Luis Roldán, quien vive en Coronel Dorrego hace más de 10 años. Hasta hace unos años, Luis también conducía una traffic que hacía las veces de remís y ambulancia “porque no entraba nadie: el barrio era considerado zona roja. Pero ahora, con poco, estamos un poco mejor”.


“Mi vida cambió totalmente

no sólo en lo económico -porque antes pagaba en alquiler el doble de lo que pago ahora en Vivienda-, sino también en la tranquilidad de tener el techo propio. Gracias a Dios salimos sorteados”.


Lo dice Cintia Ferreyra, quien fue una de las primeras adjudicatarias de barrio Cipreses. Vive allí con su marido y su hija, en una casa de dos dormitorios. Antes alquilaba en Facundo y Goyena. Hoy, valora que “es un barrio de gente trabajadora, tranquila. Los chicos tienen libertad, pueden salir a jugar”.

 

FUENTE: El Litoral

MOVIMIENTO LOS SIN TECHO

San Jerónimo 3328

(3000) Santa Fe - Argentina

 

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