El 44,7 por ciento de los argentinos es pobre. Así lo determinó el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) en el último relevamiento sobre la pobreza multidimensional urbana en el país, dado a conocer este martes. La medición corresponde al tercer trimestre de 2023. El mismo documento advierte que 62,9% de los niños y adolescentes del país es pobre.
En cuanto a la indigencia, durante el último trimestre alcanzó al 9,6% de los argentinos, y la calidad de empleo cayó a los niveles más bajos de la serie que el ODSA mide desde 2004, con un 33,1% de la población económicamente activa mayor de 18 años en condición de desempleo (8,8%) o de subempleo inestable (24,3%).
-Conocidas las nuevas cifras de pobreza e indigencia a nivel nacional, ¿qué es lo que están palpando ustedes en los barrios de la ciudad de Santa Fe? -consultó El Litoral al referente del Movimiento Los Sin Techo, José Luis “Colo” Zalazar.
-En el Gran Santa Fe hay unas 13.000 familias que son pobres. Según el Indec, están conformadas por dos adultos y dos menores que no pueden alimentarse, es decir que no llegan a ganar los 160 mil pesos para poder alimentarse. Eso es un problema serio. Pero el problema de la pobreza también es un problema serio. Nosotros vemos que para no ser pobre tenés que ganar al menos 360 mil pesos. Es una franja muy amplia, porque hay empleados públicos, empleados de comercio, de la industria, docentes y jubilados que están bajo la línea de pobreza. Pero están dentro del sistema. Quiere decir que tienen obra social, seguro de salud y un sindicato que los representa. Es decir que están “dentro del estadio” viendo el partido que vemos todos. Capaz que están en la popular, no en la platea, pero los otros están afuera del estadio, deambulan fuera del estadio. No ven el partido. Por consiguiente, no están dentro del sistema. Eso es lo peligroso.
-¿Por qué dice que es peligroso?
-Digo peligroso porque en tantos años trabajando en la villa, en casi 40 años, veo y puedo describir qué va a ser un papá cuando sale su hijo de su rancho o de su casita y no sabe si va a comer. Yo sé lo que va a hacer, y usted sabe lo que va a hacer. Entonces hay que resolver este problema con la Asignación Universal por Hijo (AUH) de dos chicos, más la tarjeta Alimentar, más esos proyectos sociales que hubo en los últimos tiempos.
-¿Eso alcanza?
-Con los refuerzos que hubo en octubre y noviembre, hoy le faltan 60.000 pesos para poder alimentarse.
-No podemos hacer futurismo, pero por dichos de Javier Milei existe la posibilidad de que el futuro gobierno nacional elimine esos beneficios sociales.
-Bueno, es una tragedia. Si se eliminan los programas sociales se incendia el país. No cabe ninguna duda. Porque el Estado tiene que aliviar el agobio y el sufrimiento de los pobres. Para eso está el Estado. Tiene que hacerlo y lo debe hacer, como lo está haciendo hasta ahora. La gente de los barrios no puede soportar más ajuste. Creo que es insostenible.
-¿No alcanza ni siquiera sosteniendo estos planes sociales actuales?
-Es insostenible porque a los programas sociales se lo comió la inflación de los alimentos, se lo “morfó”. Haga de cuenta que no le aumentaron nada. La changa disminuyó en los últimos tres meses. Eso impactó en la empleada doméstica, el albañil, el corta pasto y el pintor, que vivían de la changuita, salían a rebuscárselas.
-¿Y en la clase media?
La clase media que gana 350.000 pesos va al supermercado y en vez de llevarse medio changuito, se lleva cuarto changuito respecto de lo que se llevaba hace cuatro meses. Pero entra al supermercado. Los otros no entran. Y cada día es más problemático, porque si los dos chicos de esa familia no reciben las 1.880 calorías y los adultos, las 2.770 calorías que necesitan, es un problema serio. Después hablamos de educación de calidad, de trabajo de calidad, pero si no se alimentan ¿de qué estamos hablando? Terminan la escuela Primaria, les ponemos el guardapolvo blanco y cantamos “libertad, libertad”, pero ¿qué libertad?, si no comen.
-¿Qué esperan del gobierno provincial de Maximiliano Pullaro?
-Nosotros sostenemos que la política tiene sentido cuando se logra transformar la realidad en beneficio de los que son perjudicados por el sistema. Pullaro tiene que saber que en Santa Fe tiene 13.000 familias que no se alimentan y tiene 1.300 ranchos. Tiene que saber que tiene que resolverlo. Si usted me pregunta si tengo expectativas con el futuro gobernador, soy optimista responsable, como decía el Padre Atilio Rosso.
-¿Les presentaron sus proyectos y necesidades?
-Todavía no hablamos con nadie. Estamos esperando que asuman.
-Y del gobierno municipal de Juan Pablo Poletti, ¿qué esperan?
-Con Poletti tengo una relación histórica por mi deporte favorito, que siempre fue el rugby. Creo que es una persona sensible que viene de afuera de la política. Recuerdo estos últimos tres años, como director del Cullen nos sacamos el sombrero. Creo que esa sensibilidad la va a trasladar a los sectores más pobres y va a estar dentro de la olla. Hay que ayudarlo a que diga “ese marginado puede haber sido mi papá o mi hijo”, y ahí va a cambiar, sino no va a cambiar, nadie va a cambiar.
-¿Cuál es el proyecto de Los Sin Techo para el 2024?
-Tenemos 1.300 ranchos en Santa Fe censados por nosotros. Sabemos dónde están, quiénes los habitan, y están registrados en el Relevamiento Nacional de Barrios Populares (Renabap). No tenemos problemas con los terrenos, así que el proyecto nuestro es erradicar los 1.300 ranchos durante la gestión de Pullaro. Próximamente les vamos a presentar un proyecto para barrio Las Lomas y barrio Atilio Rosso. Y vamos a seguir trabajando con los jardines maternales que hizo el Estado, quien nos garantiza los instructores y las docentes. Vamos a seguir trabajando con los cursos de oficio y con la alimentación de los comedores y la copa de leche, que está garantizada por el Estado.
La sonrisa de prender una ducha
Luego de enumerar todas estas acciones que impactan de manera directa en la población más necesitada de Santa Fe, Zalazar refuerza: “Por sobre todo tenemos que trabajar fuertemente con el tema del hábitat porque es primordial. Todavía no puedo descubrir cuál es el shock de confianza de una familia que sale de un rancho y habita una casa. Solamente lo pueden explicar ellos, los chicos, con esa alegría y el cambio de vida, con la sonrisa de prender la ducha, de bañarse, de poder ir a un baño, a un lavatorio y usar un inodoro; es una victoria".
-Por último, ¿cuál sería el mensaje del Padre Atilio Rosso para esta Navidad?
-Después de 14 años de su muerte, Atilio diría que no cambió nada. La estamos peleando hace 40 años y todavía seguimos viendo chicos que no tienen para nutrirse. Son chicos que están a metros del centro de la ciudad, chicos de Varadero Sarsotti que son desnutridos crónicos, que no tienen retorno. Es una sociedad fundada en falso. Entonces, lo que hay que hacer en este contexto con el problema grave que es la indigencia, es arrimarlos a la orilla de la pobreza. No importa si son de izquierda o de derecha. A nadie le gusta vivir en la basura. Démosle la dignidad de pobres y después discutamos de ideología.
Fuente: El Litoral / Nicolás Loyarte