“Mirá seño ¡me quedan!”. Con los ojos bien abiertos y una zapatilla en la mano, Elián García reclamó la atención de la maestra, Alejandra D’Stefano. Al tener su mirada agregó: “¿Hoy me las puedo llevar?”. Elián no llega al metro de altura, tiene cuatro años. Como él, la veintena de nenes y nenas del Jardín Monigotes vivieron esta mañana un alboroto particular. Tras la nota publicada en El Litoral la tarde del jueves, que pedía donaciones de abrigo y calzado, el jardín recibió todo tipo de ayuda, y en cantidad.